miércoles, 13 de julio de 2011

Mala memoria

Siempre he presumido de buena memoria y creo que la tengo,  sin embargo soy incapaz de recordar dónde pongo las cosas.  

Se da la contradicción de que puedo rememorar  con exactitud un viaje, una situación concreta,una acción determinada pero no puedo encontrar las llaves de casa, la factura del teléfono, el libro que estoy leyendo o el telefono móvil que para más "inri" siempre tengo en silencio.

Cuando me sucede una de estas pérdidas me transformo en un ser nervioso, agitado y bastante irracional. Pongo a toda la familia en estado de alerta y deambulo por los lugares donde presumo que puedo haber dejado el objeto perdido, repitiendo frases  tales como "soy un desastre", "qué he podido hacer con..." "yo lo había dejado aquí, etc. 
Mi gente que me conoce y ha pasado por esta situación centenares de veces, me sigue por la casa repitiéndome que no me preocupe, que seguro que aparece, que estará donde menos lo imagine y que no puede haber desaparecido por la sencilla razón de que en mi casa no tiramos nada,... sólo es cuestión de paciencia y a veces de olvidarse de que lo estamos buscando.

En este momento tengo extraviado un abanico que seguro encontraré cuando el verano esté llegando a su fin y ya no lo necesite para aliviar estos terribles calores que sufrimos en Madrid durante el mes de julio. He tenido desaparecido el carnet de identidad que he encontrado casualmente en una cartera de mano olvidada en un cajón ¿cómo ha llegado hasta allí? Pues claro que lo recuerdo perfectamente, estuve probando los distintos bolsillos de la cartera para decidir si la cambiaba por la que utilizo en este momento y allí quedó incorporado mi DNI hasta que la casualidad o un recuerdo fallido me volvió a llevar hasta el cajón.

Pero todo tiene su lado bueno, esta entrada  se ha producido gracias a que, durante quince minutos histéricos, no podía encontrar la tarjeta donde tengo apuntada la contraseña para acceder a mi blog. Suerte que tengo esta mala memoria.