Me
gustan estos días de noviembre cuando ya empieza a hacer frío y la luz del sol
tiene un tinte dorado porque la tarde se acaba enseguida y el crepúsculo se
sucede en un paisaje de colores que pasan rápidamente del púrpura al naranja.
Casi
no da tiempo a disfrutar de la puesta de sol y son tan espectaculares que
merecerían un texto cada una de ellas. Si hay nubes los rayos del sol lucen
entre ellas y nos muestran imágenes fantásticas que nos permiten soñar con
monstruos y animales, con seres mitológicos rodeados de un halo dorado. Si no
hay nubes los colores se suceden, rojo, naranja, violeta, el azul o mejor dicho
los azules, algunos casi imposibles y
poco a poco se oscurece todo porque la noche llega con rapidez.
También
la luna adquiere protagonismo en estas tardes y se asoma gigante al horizonte
pensando que aún estamos en verano,
luego se da cuenta de su error y sube lentamente a hasta situarse fría y lejana
muy arriba.
En
el cielo, profundamente negro, se divisan un millón de estrellas, pero hay que
prestar atención para poder verlas. Primero se hacen presentes las más
descaradas, las que brillan con fuerza, pero poco a poco si nos fijamos se van
haciendo visibles pequeños puntos luminosos que dibujan caminos en la noche. Desconocemos sus nombres, sus galaxias ni
siquiera sabemos si aún están ahí o es sólo su luz la que viaja hasta nosotros
porque ellas se apagaron hace ya millones de años.
En esta estación la belleza está en todas partes. Si miro al suelo las hojas se
amontonan en las aceras y sus colores estallan a cada paso, el marrón del
cuero, el verde silueteando un amarillo oro, el granate, el rojo, el morado,..cada
hoja distinta a todas y me apetece escogerlas y guardarlas porque pienso que
todas son únicas y merecen ser disfrutadas.
Creo
que en alguna parte leí que el otoño es una acuarela porque ese estilo de
pintura permite todas las variedades cromáticas y todas las mezclas. Poco a poco se va acercando el invierno y un
nuevo estilo pictórico nos espera, pronto veremos los paisajes al carboncillo.