domingo, 19 de mayo de 2013

LOS NUEVOS INQUISIDORES

No se que nos está pasando, pero está surgiendo una nueva clase de ciudadanos que se erigen en defensores de las esencias indignadas. No me atrevo a decir de las esencias de izquierda por temor a ser acusada de colaboradora y pactista con los políticos, ese grupo de corruptos y malechores origen de todos los males de este país.

Para ser aceptada en el grupo de los puros de corazón, hay que ser ciudadana sin tacha, es decir no militar en ningún partido político. Puede ser disculpable pertenecer a IU, creo que incluso es perdonable confraternizar con UPYD, pero no es admisible simpatizar con el PSOE y mucho menos confesar haberlos votado. Tampoco es bueno simpatizar con los sindicatos, culpables de los males restantes, no importa  cuantas huelgas hayas hecho ni que te hayas arriesgado en manifestaciones y comités de tiempos pasados, tener un carnet de un sindicato te señalará como corrupto y simpatizante de los malos.
Confesarse defensor de la democracia es síntoma de conservadurismo y no eres nadie si no rodeas el congreso e insultas a sus diputados. No importa la de veces que hayas votado, hay que gritar fuerte que no nos representan y que el sistema está corrupto y hay que acabar con él cuanto antes.
El problema lo tenemos las personas que queremos seguir opinando y pensando por nosotros mismos, que creemos en la política y que pensamos que sólo haciendo política podemos organizarnos socialmente.

Paso mucha vergüenza cuando en las manifestaciones multitudinarias comparto calle y a veces pancarta con jóvenes que gritan e insultan a los  sindicalistas teniendo al lado a hombres y mujeres  curtidos en huelgas y muchas horas de trabajo, con banderas de CCOO  o UGT apoyadas en el hombro. Jóvenes que  lanzan consignas igualando democracia con  dictadura y nazismo como si pudieran imaginarse siquiera de lo que están hablando. La verdad a uno le entran ganas de darles una colleja y tirarles el IPOD a la papelera más cercana, pero no puede hacerse que esta es la juventud que nos hemos esforzado en crear, ignorantes y deslenguados y claro así son y se muestran.
 
Un poco más allá están los que protestan por la estafa de las preferentes y no puedo dejar de pensar que sólo están ahí por su dinero y que lo demás les importa más bien poco. Creo que si consiguen recuperar su dinero, espero que lo logren,  no les volveremos a ver más en la calle, el resto de nuestras reclamaciones creo que se la trae floja.

Si sigues avanzando verás las mareas, blanca la de sanidad, verde la de educación, negra la de la justicia,... y junto a la defensa legítima de derechos y prestaciones para los ciudadanos, ves aflorar el corporativismo que vicia muchas de nuestras reclamaciones porque también se defienden privilegios y prebendas que deben desaparecer si queremos justicia y eficiencia.

Ha habido manifestaciones en las que estos defensores de las esencias, han expulsado a políticos que querían mezclarse con el pueblo llano y aprovechar las sanas manifestaciones para potenciar su imagen mediática. Pero no, para eso estaban los inquisidores, para detectarlos, denunciarlos e impedirles que se aprovechen de la santa indignación para ganar votos.

Hay que ser masa, masa enfurecida, no señalarse para que no te descubran los vigilantes, los nuevos inquisidores que examinan tu trayectoria y descubren tus miserias de demócrata convencido.