martes, 15 de mayo de 2012

PREGÓN DE SAN ISIDRO 2011

San Isidro es una fiesta popular y de postín y aunque lo normal es que el pregón que da inicio a la fiesta, lo haga el señor alcalde o algún amigo suyo, yo he "pensao" que también en nuestra escuela podíamos hacer un pregón e inmediatamente me he puesto a la faena. 


Niños y niñas de la escuela, padres y madres, otros familiares y vecinos, educadoras y autoridades, os animamos a que disfrutéis de esta fiesta en honor de San Isidro el santo más listo de todo el santoral.

Me explico, San Isidro es patrón de Madrid no por el tema agrícola que ya me diréis lo que aquí cultivamos, sino porque él solito consiguió lo que todo madrileño, que se precie, le gustaría conseguir. Es decir dedicarse a la oración o a lo que sea mientras algún angelito nos hace la tarea.

Por eso le tenemos en tan alta estima y cuando llega su onomástica cada 15 de mayo montamos unos saraos estupendos y lo pasamos chupi piruli.

"Pa" organizar una buena fiesta de San Isidro se necesita una pradera o similar. No confundir con un "prao" que somos madrileños pero no vacas. Si estáis muy apuraos con el tema del verde, podéis utilizar como pradera la isleta ajardinada de las rotondas aunque no sea del gusto de los municipales que en estas cuestiones se ponen un poco puntillosos.

Una vez elegido el verde, se trata de reunir a la familia y ponerse unos trapitos "apropiaos", a saber:
Los caballeros pantalón, chaqueta, pañuelo blanco de seda y coronando el conjunto la parpusa que por no venir no viene ni en el diccionario de la María Moliner.
Las señoras y señoritas, vestidito, mantón y pañuelo a la cabeza si quieren ir cubiertas y si no pues con el cabello al aire, creando tendencia.
El traje es importante pero más aún el porte, los madrileños van "estiraos", con el torso "pa tras" y las madrileñas con los brazos en jarras sujetando el mantón.

Cuando tengáis a la familia con la indumentaria hay que buscar un botijo y llenarlo de agua o "limoná", no se admiten neveras ni otros recipientes de mal gusto.
Una vez en la pradera los madrileños y madrileñas se sientan mirando primero que no haya ningún excremento de can en las cercanías y se dedican a mirar al resto de las familias que pululan por la pradera y aquí ya empieza el despiporre, que si chocolate, que si rosquillas, que un baile que un agüita de "cebá""...que vamos a ver al santo, que me acerco a por unas cañitas, que mira el listo que se ha "colao", que yo estaba antes, pues lo dirá "usté", que esto no es el reino de los cielos que aquí los últimos no son los primeros, que porque estamos de fiesta, eso que tengamos la fiesta en paz... y así transcurre el día entre música y jolgorio.

Otra versión frecuente, es como la anterior pero pasada por agua, porque nuestro santo patrón es también aficionado a la meteorología y en cuanto se le saca en procesión llueve que es un gusto. El problema es que en el traje de madrileño y madrileña no se contempla el paraguas, chulos que somos, "pa" cuatro gotas no nos hace falta y claro hay que salir por piernas y a la carrera.

Y voy finalizando que en vez de un pregón me ha salido un libro de instrucciones, el caso es que ahora que tenéis los ingredientes podéis cocinar la fiesta, sin olvidar que lo mejor de todas las comidas siempre es la compañía.

Madrileños, Madrileñas


¡¡¡Viva San Isidro!!!


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